domingo, 4 de marzo de 2012

Terminator




ARGUMENTO


Dirigida por James Cameron y protagonizada por Arnol Schwarzenegger, Linda Hamilton y Michael Biehn. La película, ahora convertida en clásico de la ciencia ficción, tuvo en su día una tibia acogida por parte del público, a pesar de las más que notables críticas. El film, que estuvo dotado con 6,4 millones de dólares de presupuesto, narra la siguiente historia:


Año 2029, las máquinas de Skynet combaten contra la resistencia humana liderada por John Connor. Ante la imposibilidad de Skynet de eliminar a John en ese apocalíptico presente, deciden enviar al año 1984 un modelo TERMINATOR T-800 Cyber Dyne de eficiente endoesqueleto y sin emociones. Para contrarrestar este efecto, la resistencia también consigue mandar a través del tiempo a un soldado humano, cuya misión será la de evitar la muerte de Sara Connor a manos del T-800.




ELEMENTOS DE INTELIGENCIA ARTIFICIAL

  • Terminator: es un Cyborg. Posee parte mecánica (conexión de retroalimentación inteligente) y parte orgánica (cuerpo, anatomía). En cuanto a aspecto físico, Terminator es idéntico al hombre; sin embargo, le aventaja en términos de resistencia física. 
En lo que concierne a La Inteligencia Artificial que presenta Terminator, en este caso, nos encontramos ante una máquina técnicamente perfecta, cuya labor no es matar, sino terminar. Una máquina programada, en definitiva, para aniquilar a la raza humana.



Además, Terminator incorpora elementos como un identificador de objetos y la imitación de voces. Hoy en día, ya se trabaja en androides con estos factores, pero no en un nivel tan avanzado como el que se nos expone en la película.




A continuación, les presentamos al primer Cyborg de la historia:



  • Máquina creadora: Skynet es una máquina de defensa, que controla el armamento nuclear. Dicho artilugio cuenta con un alto grado de Inteligencia Artificial, ya que posee conciencia propia. Sin embargo, es su determinación lo que más nos llama la atención.



En el film, podemos observar cómo lleva a cabo una revolución con el propósito de aniquilar todo lo que se defina como humano, considerado como una amenaza para su supervivencia. Llegados a este punto, nos hacemos una pregunta: ¿qué interés puede tener una máquina en terminar con la inteligencia de la que ha surgido? Aquí ya no se trata de una máquina que intenta replicar el comportamiento humano, sino que quiere exterminarlo para implantar el suyo propio. 


En la actualidad, es improbable que una maquina posea consciencia de sí misma. No obstante, se está investigando en la posibilidad de crear máquinas que sustituyan a los hombres en combate y sean tele-dirigidas.


  • Máquinas de guerra: son un tipología de Inteligencia Artificial muy básica. Hoy en día, ya se fabrican androides que en el instante en que perciben movimiento, disparan. Un ejemplo evidente son los Drones, mecanismos tele-dirigidos. No obstante,  a pesar de que se está investigando a fondo en el campo de la guerra robótica, aún nos encontramos muy distantes de conseguir máquinas que cuenten con la abismal autonomía que muestra la película.



IMPLICACIONES SOCIALES

En este caso, nos encontramos ante un film que nos conduce al desarrollo de la Inteligencia Artificial en una cuestión extremadamente delicada: la guerra robótica. Pues, Terminator es, en definitiva, un exterminador.

En la actualidad, la tecnología robótica (detectores de minas y sensores, aviones teledirigidos, sondas robóticas…) es común en el campo de batalla, pero las actividades que desarrollan las máquinas están dominadas por la decisión última del hombre. Sin embargo, en la película se nos presenta un robot letal, que opera de forma autónoma, por sí mismo. Es, precisamente, en esta perspectiva, donde surge el debate sobre las diversas cuestiones éticas que se originan del uso de armas autónomas.

Lo que realmente convierte en inmoral la Inteligencia Artificial representada en la película es la ausencia de intervención humanitaria. Terminator es una máquina autónoma, capaz de tomar las decisiones necesarias sin ninguna participación humana, arrebatando así la capacidad de poder y control al hombre.


La idea de robots-soldados es una posibilidad que, por un lado, tendría grandes ventajas como la reducción de las bajas del personal militar, así como que éstos podrían ser asistentes de combate que desempeñen las labores más peligrosas.

Por otro lado, cabe señalar que los seres humanos poseemos, intrínsecamente, sentimientos éticos asociados a la guerra. El hombre posee valores morales que, en ningún caso, están incluidos en los androides y, por tanto, éstos no actúan de acuerdo con ellos y pueden ser, literalmente, máquinas de matar. Además, sólo las acciones de los seres humanos son susceptibles de juicio ético, siendo así capaces de culpabilidad moral.

La utilización de máquinas en la acción armada, consecuentemente, conllevaría la pérdida de nuestro lado más humano: mutilación de sentimientos morales como el arrepentimiento, la culpa o la compasión.

Del mismo modo, así como las máquinas no están sujetas a normas morales, tampoco lo están a normas de conducta. Los robots son incapaces de llevar a cabo una discriminación entre combatientes e inocentes, valorar los daños o emplear, de manera proporcional, la fuerza.

En definitiva, es evidente que se trata, grosso modo, de una práctica inmoral, situada fuera de los límites de la opción ética, ya que va en contra de la defensa de la vida.


¿Será cuestión de tiempo que los soldados sean reemplazados por androides? ¿Se convertirán éstos en los verdaderos protagonistas de los campos de batalla?





“Las unidades militares estadounidenses serán mitad humanas, mitad robóticas en 2015”. “No tienes que decirle a un robot que encontrará 72 vírgenes en el paraíso para convencerlo de que explote.” (Peter Singer, experto en la revolución robótica dentro del Ejército)

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