domingo, 11 de marzo de 2012

VIDEO

El hombre Bicententenario

Ghost in the shell




ARGUMENTO

La historia se sitúa en el año 2029, momento en el que la tecnología gobierna de manera total y absoluta el mundo. Es posible convertir a los seres humanos en computadoras gracias a unos implantes cerebrales, creando así cyborgs y acercando mucho más a los humanos y a las máquinas. Mokoto Kusanagi es uno de estos cyborg, y trabaja como agente secreto. Va a tener que descubrir y detener a un hacker que está desarrollando peligrosas actividades que amenazan la seguridad del país. Pero además, al margen de su trabajo, Mokoto se va a empezar a cuestionar su propia humanidad e identidad…

Ficha técnica: aquí

ELEMENTOS DE INTELIGENCIA ARTIFICIAL

En el film, podemos encontrar diversos elementos pertenecientes al ámbito de la Inteligencia Artificial: 

  • Mokoto Kusanagi: Es un cyborg, un ser biomecánico, que posee componentes humanos (cerebro y aspecto físico), combinados con una estructura mecánica interna; es decir, es un híbrido de ser humano y máquina. Sin embargo, en contraposición con películas anteriores, estos androides (cyborgs) no intentan asemejarse a los hombres, sino que van más allá: desean crear una raza superior en cuanto a capacidades. 

Estos seres reúnen una serie de características, que les permiten diferenciarse de los hombres:

- Capacidad de comunicación sin necesidad de emitir sonidos (telequinesia).

- Posibilidad de implantar recuerdos falsos.

- Invisibilidad.

- Mayor fuerza y velocidad. 

- Inmortalidad: éstos entes nunca se extinguen completamente, ya que el cerebro puede ser trasplantado a cualquier otra estructura corpórea, sin que se pierda ninguna información en el proceso. 

Actualmente, un robot con estas características sería inviable, pues carecemos de los conocimientos suficientes para materializar dichas magistrales propiedades. Sin embargo, los avances en el terreno de la ampliación de cerebros son cada vez mayores: científicos estudian crear un método para implantar y borrar recuerdos específicos en humanos, sin dañar el cerebro.



  • GPS: se trata de un dispositivo dotado de Inteligencia Artificial básica, cuyo objetivo es,  en el menor tiempo posible,  orientar a los vehículos y calcular la ruta que resulte más apropiada en cada momento según el tráfico. Su labor, en la película, es localizar al Titiritero. De este modo, considera los posibles recorridos y halla el más adecuado, así como el momento exacto en el que el vehículo va a circular por la vía concreta. 


En la actualidad, cada vez es más frecuente el empleo de estos artilugios. De hecho, muchos smartphones cuentan con su aplicación correspondiente. Es necesario señalar que, de momento, no contamos con GPS tan avanzados como el que se nos presenta en el película. Sin embargo, no tendríamos ningún inconveniente en desarrollar estas características. 



  • Tanque: dispone de una Inteligencia Artificial básica. Trabaja como defensor del automóvil del "Marionetista" y su función es disparar. Asimismo, se trata de un vehículo automático, pues no es necesario que nadie le conduzca. 


Hoy en día, es posible desarrollar un elemento de Inteligencia Artificial con atributos similares a dicho tanque.


  


  • Titiritero: es un hacker, capaz de controlar la consciencia de cualquier individuo. Es el elemento de Inteligencia Artificial más complejo que encontramos en la película, ya que logra adquirir conocimiento de sí mismo. Podríamos decir que es una máquina, que posee una especie de "alma". Por ello, el Titiritero aspira a ser un ser humano, aunque se encuentra muy distante de éste último.

IMPLICACIONES SOCIALES


En este caso, nos encontramos ante un film que vuelve a plantearnos (igual que hizo, anteriormente, la película Blade Runner) la duda de dónde reside la humanidad. En Ghost in the Shell existe una línea muy fina entre el humano y la máquina, que, finalmente, se unen.

Es la condición de Kusanagi lo que realmente impresiona: es un cyborg, un cerebro humano en un cuerpo artificia. ¿Hasta qué punto puede Kusanagi sentirse humana? ¿Hasta qué punto no se le considera una máquina sometida al hombre? La respuesta parece encontrarse en los recuerdos, pues son éstos los que nos hacen humanos.

Sin embargo, las dudas nos alcanzan cuando se nos presenta al "Marionetista", capaz de ampliar los cerebros humanos. Es, precisamente, en este punto, donde surge el debate sobre las diversas cuestiones éticas.

Lo que realmente convierte en inmoral la Inteligencia Artificial representada en la película es la posibilidad de insertar recuerdos nuevos, así como de borrar los auténticos. El diccionario de La Real Academia Española define la palabra recuerdo como la “memoria que se hace o aviso que se da de algo pasado o de que ya se habló”. Un falso recuerdo es, por tanto, una reproducción distorsionada o una invención de dicho recuerdo.

Consecuentemente, aparece un gran dilema moral y personal que atañe muy de cerca a la cuestión de nuestra identificación (del “yo”), puesto que nuestros recuerdos son el componente esencial de nuestro pasado, y poner en duda ese pasado es una práctica inmoral, situada fuera de los límites de la opción ética.

Por otro lado, en el film también se lleva a cabo la eliminación de recuerdos, violando las directrices éticas. En la actualidad, científicos estudian crear un método para borrar recuerdos específicos en humanos, sin dañar el cerebro; en definitiva, elaborar una auténtica “pastilla del olvido”.

No obstante, existe un conflicto ético detrás de la posibilidad de editar nuestra memoria: ¿es ético borrar algún tipo de recuerdo, como el de una violación, una guerra o cualquier otra agresión o catástrofe? La eliminación de recuerdos traumáticos o temores no deseados conllevaría la pérdida de nuestro lado más humano: primeramente, mutilación de la sensibilidad; y, además, situaciones como una muerte podrían transformarse en algo no traumático.  

Todo nuestro comportamiento ético y moral se basa en los recuerdos registrados por nuestro cerebro, que nos ayudan a adaptarnos al entorno y a las situaciones que vivimos día a día. Además, los recuerdos son un constituyente intrínseco de cada persona y, por lo tanto, borrar parte de ellos seguramente cambiaría nuestra identidad. (“El cuerpo humano lo componen incontables ingredientes, como todos los componentes que hacen de mí un individuo único y con mi propia personalidad, sí, tengo una cara y una voz para distinguirme de los demás, pero mis pensamientos y mis recuerdos no son míos, y tengo el sentido de mi propio destino.”)

Consecuentemente, ¿hasta qué punto los recuerdos nos otorgan la condición humana? ¿Cuál es el requisito mínimo para sentirse humano? Si una mente puede ser pirateada como un ordenador, ¿no podríamos pensar que las diferencias entre ambos son mínimas? ("Batou, ¿qué queda de original en tu cuerpo?")

Por último, cabe señalar que, en los últimos años, ya se han desarrollado los primeros prototipos de interfaces cerebrales que, en tiempo real, analizan la actividad cerebral y detectan ciertos estados mentales del usuario que son transformados en órdenes.


"Un interfaz cerebral es un canal de control y comunicación electrónico que no utiliza los nervios periféricos y los músculos, vía de salida normales del cerebro, sino que transforma directamente procesos cerebrales en acciones" (– más información aquí )




"Llegará un día que nuestros recuerdos serán nuestra riqueza." (Paul Géraldy)

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domingo, 4 de marzo de 2012

Terminator




ARGUMENTO


Dirigida por James Cameron y protagonizada por Arnol Schwarzenegger, Linda Hamilton y Michael Biehn. La película, ahora convertida en clásico de la ciencia ficción, tuvo en su día una tibia acogida por parte del público, a pesar de las más que notables críticas. El film, que estuvo dotado con 6,4 millones de dólares de presupuesto, narra la siguiente historia:


Año 2029, las máquinas de Skynet combaten contra la resistencia humana liderada por John Connor. Ante la imposibilidad de Skynet de eliminar a John en ese apocalíptico presente, deciden enviar al año 1984 un modelo TERMINATOR T-800 Cyber Dyne de eficiente endoesqueleto y sin emociones. Para contrarrestar este efecto, la resistencia también consigue mandar a través del tiempo a un soldado humano, cuya misión será la de evitar la muerte de Sara Connor a manos del T-800.




ELEMENTOS DE INTELIGENCIA ARTIFICIAL

  • Terminator: es un Cyborg. Posee parte mecánica (conexión de retroalimentación inteligente) y parte orgánica (cuerpo, anatomía). En cuanto a aspecto físico, Terminator es idéntico al hombre; sin embargo, le aventaja en términos de resistencia física. 
En lo que concierne a La Inteligencia Artificial que presenta Terminator, en este caso, nos encontramos ante una máquina técnicamente perfecta, cuya labor no es matar, sino terminar. Una máquina programada, en definitiva, para aniquilar a la raza humana.



Además, Terminator incorpora elementos como un identificador de objetos y la imitación de voces. Hoy en día, ya se trabaja en androides con estos factores, pero no en un nivel tan avanzado como el que se nos expone en la película.




A continuación, les presentamos al primer Cyborg de la historia:



  • Máquina creadora: Skynet es una máquina de defensa, que controla el armamento nuclear. Dicho artilugio cuenta con un alto grado de Inteligencia Artificial, ya que posee conciencia propia. Sin embargo, es su determinación lo que más nos llama la atención.



En el film, podemos observar cómo lleva a cabo una revolución con el propósito de aniquilar todo lo que se defina como humano, considerado como una amenaza para su supervivencia. Llegados a este punto, nos hacemos una pregunta: ¿qué interés puede tener una máquina en terminar con la inteligencia de la que ha surgido? Aquí ya no se trata de una máquina que intenta replicar el comportamiento humano, sino que quiere exterminarlo para implantar el suyo propio. 


En la actualidad, es improbable que una maquina posea consciencia de sí misma. No obstante, se está investigando en la posibilidad de crear máquinas que sustituyan a los hombres en combate y sean tele-dirigidas.


  • Máquinas de guerra: son un tipología de Inteligencia Artificial muy básica. Hoy en día, ya se fabrican androides que en el instante en que perciben movimiento, disparan. Un ejemplo evidente son los Drones, mecanismos tele-dirigidos. No obstante,  a pesar de que se está investigando a fondo en el campo de la guerra robótica, aún nos encontramos muy distantes de conseguir máquinas que cuenten con la abismal autonomía que muestra la película.



IMPLICACIONES SOCIALES

En este caso, nos encontramos ante un film que nos conduce al desarrollo de la Inteligencia Artificial en una cuestión extremadamente delicada: la guerra robótica. Pues, Terminator es, en definitiva, un exterminador.

En la actualidad, la tecnología robótica (detectores de minas y sensores, aviones teledirigidos, sondas robóticas…) es común en el campo de batalla, pero las actividades que desarrollan las máquinas están dominadas por la decisión última del hombre. Sin embargo, en la película se nos presenta un robot letal, que opera de forma autónoma, por sí mismo. Es, precisamente, en esta perspectiva, donde surge el debate sobre las diversas cuestiones éticas que se originan del uso de armas autónomas.

Lo que realmente convierte en inmoral la Inteligencia Artificial representada en la película es la ausencia de intervención humanitaria. Terminator es una máquina autónoma, capaz de tomar las decisiones necesarias sin ninguna participación humana, arrebatando así la capacidad de poder y control al hombre.


La idea de robots-soldados es una posibilidad que, por un lado, tendría grandes ventajas como la reducción de las bajas del personal militar, así como que éstos podrían ser asistentes de combate que desempeñen las labores más peligrosas.

Por otro lado, cabe señalar que los seres humanos poseemos, intrínsecamente, sentimientos éticos asociados a la guerra. El hombre posee valores morales que, en ningún caso, están incluidos en los androides y, por tanto, éstos no actúan de acuerdo con ellos y pueden ser, literalmente, máquinas de matar. Además, sólo las acciones de los seres humanos son susceptibles de juicio ético, siendo así capaces de culpabilidad moral.

La utilización de máquinas en la acción armada, consecuentemente, conllevaría la pérdida de nuestro lado más humano: mutilación de sentimientos morales como el arrepentimiento, la culpa o la compasión.

Del mismo modo, así como las máquinas no están sujetas a normas morales, tampoco lo están a normas de conducta. Los robots son incapaces de llevar a cabo una discriminación entre combatientes e inocentes, valorar los daños o emplear, de manera proporcional, la fuerza.

En definitiva, es evidente que se trata, grosso modo, de una práctica inmoral, situada fuera de los límites de la opción ética, ya que va en contra de la defensa de la vida.


¿Será cuestión de tiempo que los soldados sean reemplazados por androides? ¿Se convertirán éstos en los verdaderos protagonistas de los campos de batalla?





“Las unidades militares estadounidenses serán mitad humanas, mitad robóticas en 2015”. “No tienes que decirle a un robot que encontrará 72 vírgenes en el paraíso para convencerlo de que explote.” (Peter Singer, experto en la revolución robótica dentro del Ejército)

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domingo, 26 de febrero de 2012

Inteligencia Artificial





ARGUMENTO

Inteligencia Artificial es una película dirigida por Steven Spielberg, que nos traslada al futuro para presentarnos una visión de los avances tecnológicos del mañana. En el mundo futuro que nos presenta el film, los seres humanos conviven con un grupo de androides tremendamente avanzados: MecasDavid (Haley Joel Osment) es un niño-robot creado por el profesor Hobby (William Hurt) y adoptado por Henry y Mónica, una pareja cuyo hijo se encuentra en estado de criogenización. El matrimonio programa a David para amar, creyéndose completamente seguros y conscientes de asumir las consecuencias. Sin embargo, no están preparados y, tras la recuperación de su hijo biológico, abandonan a David. A partir de este momento, el joven robot emprenderá una larga aventura en busca del Hada Azul, con el propósito de convertirse en un ser humano. Es entonces cuando entablará amistad con el gigoló Joe (Jude Law), junto a quien se salvará de ser exterminado en el ritual de la "Feria de la Carne".


ELEMENTOS DE INTELIGENCIA ARTIFICIAL


En la película, aparecen ejemplos de Inteligencia Artificial muy compleja, que la ciencia actual se encuentra lejos de poder conseguir. 

En primer lugar, encontramos a David, un robot con aspecto infantil creado por el profesor Allen Hobby, que supone un gran avance, pues es el primero con la capacidad de amar y transmitir sentimientos. David fue creado para poder sentir afecto y cariño hacia alguien, aunque estos sentimientos después desencadenarían en otros que el profesor no había previsto o esperado (rabia, deseo, desesperación…). David es un niño-robot que, consciente de sí mismo, a medida que avanza la historia, se obsesiona por ser un joven real; un niño “de verdad”. No obstante, es imposible obviar que es una máquina, que por muy perfecta o realista que aparente ser, no se puede equiparar a la biología que constituye al ser humano. 

“Por fuera es tan real..., pero por dentro son sólo 1000 kilómetros de fibra óptica”



A continuación, podemos diferenciar como elemento de Inteligencia Artificial a los Mecas, androides aparentemente idénticos al hombre, pero con capacidades humanas inferiores que las que posee David. Entre los Mecas, destaca el gigoló Joe, quien ayudará a David a conseguir lo que desea. 


Joe es un androide programado para seducir. Todos los Mecas son empleados por los humanos para servirles, y muchos de ellos terminan siendo destruidos en la "Feria de la Carne", verbena que busca acabar con lo artificial.


En tercer lugar, encontramos al oso Teddy. Por su apariencia se asemeja más a un robot, sin embargo, cuando Mónica le presenta como un “superjuguete”, él responde: “No soy un juguete”. Y, verdaderamente, Teddy es algo más que un simple peluche infantil. El oso va a acompañar al protagonista y a aconsejarle durante todo el transcurso de la trama. Es un robot capaz de elegir, decidir, buscar a David, dar consejos, etc.



Posteriormente, se nos presentan los Mecas evolucionados, que entre otras cosas, son capaces de transferir energía y se ocupan de hacer realidad el deseo de David (ver a su madre).


Por último, cabe señalar el medio de transporte con en el que David y Joe viajan en la parte final del film: un "helicóptero submarino", capaz de trasladarles a donde ellos le indican sin titubeos ni más indicaciones. 


Así como el Doctor Know, una máquina capaz de responder a determinadas cuestiones, que ayudará a David a encontrar al Hada Azul.



IMPLICACIONES SOCIALES

Una de las implicaciones morales más trascendentes de Inteligencia Artificial es la capacidad de desarrollar sentimientos por parte de los androides, quienes no se relegan al papel de una simple máquina a la labor del hombre. El desarrollo de la capacidad de amar trae consigo una consecuencia ética evidente: se pierde el control sobre ellas. Como podemos observar en el film, a pesar de que la madre deja de lado a David, éste antepone sus sentimientos para reencontrarse con ella. Llegados a este punto, es necesario plantearse una cuestión: ¿Es lícito crear robots que posean sentimientos con el fin de agradar a los seres humanos para, posteriormente, despojarnos de ellos cuando ya no se nos antojen útiles? El hombre no puede manejar subjetivamente la sensibilidad de una máquina, ya que supondría una actitud egoísta, fría y calculadora por su parte. Además, el ser humano se situaría en un plano superior, configurándose como una especie de Dios con pleno poder sobre los derechos de los robots.

Asimismo, ¿nos sentimos lo suficientemente preparados como para asimilar que los androides sean capaces de amar? En la película, queda a trasluz como la familia es incapaz de relacionarse con David como si se tratara de un niño más; a la madre se le torna difícil acostumbrarse a ese cariño, hasta el punto de  considerarle un objeto que, finalmente, abandona. No obstante, un factor decisivo en dicha asimilación es la apariencia. Lo que más llama la atención de David es su fisonomía y, por ello, juzgar su comportamiento humanoide parece menos ético que si se tratase de una máquina menos "humanizada".

Finalmente, otra reflexión ética que se plantea en el film es la eternidad: ¿es odioso ser mortales o la inmortalidad sería aún más dañina? David es capaz de sobrevivir más de 2000 años, todo su alrededor acaba muriendo y se queda solo. De este modo, considerando que vive eternamente, la vida de una persona querida (su madre) pasa a ser efímera dentro de la visión de sí mismo. Además, la inmortalidad siempre ha sido una peculiaridad perteneciente a los Dioses de la mitología antigua, tal y como relatan este tipo de leyendas; por lo tanto, el pensamiento de inmortalidad nos sugiere instantáneamente la idea de no humano. 


En suma, ¿podrían ser los androides la continuación a la especie humana? ¿Son ellos el futuro?


[...]
El robot,
ni come, ni bebe
ni juega al amor.
El robot no tiene bigote,
ni sexo, ni dote,
ni gran corazón [...]

"Mi amigo el robot", Gloria Fuertes


domingo, 19 de febrero de 2012

Blade Runner




ARGUMENTO


La trama Blade Runner, relato futurista, está ambientada en la ultra-industrializada ciudad de Los Ángeles de 2019. En este momento, la poderosa Tyrell Corporation, empresa de ingeniería genética encargada de replicar seres humanos como robots, fabricó con éxito un nuevo grupo de androides tremendamente perfeccionados: Nexus 6. Estos seres artificiales, conocidos como Replicantes, servían como esclavos  a los humanos en su vida en el espacio. En cuanto aspecto físico, eran idénticos al hombre; sin embargo, le aventajaban en términos de resistencia física.

Tras la rebelión de dicha estirpe de androides con el propósito de hallar respuestas a sus preguntas (“¿De dónde vengo?”) y demandar la prolongación del período vital de 4 años establecido en su diseño (“Yo quiero vivir más, padre”), “los Replicantes fueron declarados proscritos en La Tierra bajo pena de muerte”. Es entonces cuando el gobierno le encomienda a Dick Deckard (Harrison Ford), integrante de la brigada de policía especial o Unidades de Blade Runners, la misión de retirar a estas criaturas.

  • Ficha técnica aquí
  • Cómo se hizo: 



      ELEMENTOS DE INTELIGENCIA ARTIFICIAL


      En esta ocasión, nos centraremos en los elementos de Inteligencia Artificial en un campo más concreto: La Ingeniería Genética.


      • Replicantes (Nexus 6): nos encontramos ante un verdadero caso de Inteligencia Artificial orgánica; no están programados. Se trata de replicas de seres humanos (con una duración máxima de cuatro años), idénticos físicamente, pero  con mayor capacidad de fuerza, velocidad y agilidad.


      En lo que concierne a los sentimientos, estos entes artificiales no los poseen previamente, sino que los van desarrollando. En estrecha relación, otra cuestión que se plantea con estos androides orgánicos es la de los recuerdos. En el film, a la Replicante Rachel, como base a un experimento, se le instalan  recuerdos con el propósito comprobar sus reacciones y constatar si éstos son más estables y más humanos.  

      En la película, se plantea, además, el hecho de que esta Inteligencia Artificial ha sido creada por piezas, tal y como observamos en la escena del laboratorio, donde se fabrican los ojos. 

      Actualmente, nos encontramos lejos de poder crear esta tipografía de robots, ya que ni los recursos, ni las tecnologías disponibles nos lo permiten. 

      Finalmente, la escena con que concluye el film, en la que se muestra como Harrison Ford recoge la figura de un unicornio, nos sugiere plantearnos la siguiente cuestión: ¿Es éste un Replicante más?


        • Interfaz de voz: lo calificaríamos como Inteligencia Artificial básica o mínima. Capta la voz humana y retransmite sus órdenes. No obstante, posee muchas limitaciones,  ya que las palabras que difundes, en forma de mandato, deben ser precisas y exactas.
        En la actualidad, existen varios dispositivos que incluyen un interfaz de voz de este tipo. Ejemplo: Los nuevos teléfonos móviles, que gracias al reconocimiento de tu voz, te permiten llevar a cabo, verbalmente, diversas operaciones.


          • Animales: por último, los animales que se nos presentan a lo largo del film, en relación con lo expuesto anteriormente, poseen menor grado de Inteligencia Artificial.
          Hoy en día, es aceptable la creación de este modelo de animales, puesto que no están dotados de una Inteligencia Artificial sumamente desarrollada y compleja. 


          IMPLICACIONES SOCIALES

          Desde los inicios de la informática, la tecnología y la robótica se ha intentado conseguir liberar al hombre de su trabajo a través de la creación de máquinas capaces de desempeñar trabajos. El problema que aparece reflejado en la película se produce cuando esas máquinas tienen una apariencia totalmente humana. Los Replicantes no solo parecen físicamente humanos, sino que además son criaturas orgánicas desarrolladas a partir del ADN humano. De esta manera, el hecho de esclavizarlos parece menos ético que si se tratasen de máquinas menos “humanizadas”.

           

          Los Nexus 6 fueron creados con un fin claro y definido: trabajar y servir como esclavos para realizar aquellas tareas que los humanos no podían o no querían realizar, como por ejemplo la exploración y colonización de otros planetas. Sin embargo, sus cualidades tanto físicas como psíquicas eran similares a las de los humanos, exceptuando su superioridad en fuerza y agilidad, y, aunque en un primer momento los Nexus 6 no contenían sentimientos, con el paso del tiempo empezaron a desarrollarlos y esto se convirtió en el inicio del problema, pues comenzaron a hacerse preguntas y reclamar su independencia frente a la esclavitud a la que estaban sometidos.  


          La película muestra un punto de vista desde el cual los Replicantes son los “malos” de la historia, sin embargo, hay que tener en cuenta lo que dice Roy poco antes de morir: “ser esclavo significa vivir con miedo”. 



          Esta frase deja patente el estado en el que vivían los Replicantes, creados, no hay que olvidarlo, por los propios humanos. Esto plantea el gran conflicto moral de la película, pues en un primer momento, los Replicantes eran vistos como seres útiles para servir al hombre, pero cuando se sublevaron ya dejaron de ser considerados así y se convirtieron en el enemigo aférrimo de la humanidad hasta el punto de llegar a ser prohibidos en la Tierra bajo castigo de pena de muerte. Cuando fueron creados, se obvió la posibilidad de que comenzaran a pensar por sí mismos, a ser conscientes de su propia existencia o a preguntarse por su efímera vida. Se obvió que podrían transformarse en criaturas que tuvieran espíritu (simbolizado en la paloma que sostiene Roy antes de morir) y que solo se diferenciaran de los humanos por su fuerza y agilidad sobrehumana.




          Teniendo en cuenta todo esto, se puede considerar la creación de los  Replicantes como fruto de una profunda inmoralidad. Los Replicantes adquieren sentimientos y sufren ante la imposibilidad de evitar su destino, su trágico final tras tan solo 4 años de vida. Esto se puede observar en el momento en el que Roy acude a su creador buscando respuestas, buscando la manera de evitar su muerte, y al no encontrar lo que buscaba, presa de la rabia lo termina asesinando. 

                            


          Además, el hecho de introducir recuerdos falsos en los Replicantes con el fin de hacerlos más humanos aún, es  un intento de hacerlos también más manejables. 

          Blade Runner plantea un dilema sobre los límites de los avances de la tecnología y la ciencia. La ingeniería genética (el conjunto de técnicas que pretenden obtener seres vivos de unas determinadas características modificando su ADN - más información aquí -) es fruto de números debates éticos por los riegos morales que conlleva. Es innegable que la ingeniería genética es un medio que puede prolongar y mejorar la vida, sin embargo, sus implicaciones pueden convertirla en un arma de doble filo. La experimentación con la especie humana, sus genes o su ADN, puede atentar contra la dignidad de la misma.


          La Declaración Universal sobre el Genoma y Derechos Humanos, en el artículo 10 dice que: "Ninguna investigación relativa al genoma humano ni sus aplicaciones, en particular en las esferas de la biología, la genética y la medicina, podrán prevalecer sobre el respeto de los derechos humanos, de las libertades fundamentales y de la dignidad humana de los individuos o, si procede, de los grupos humanos".



          "¿Y si tiene mi apariencia física y tu cerebro?" (Bernard Shaw)

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